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LA galeria Inauguración
Jueves 24 de Junio "Doce años ocho meses veintiseis días"
La vida está llena de ciclos y como en un gran engranaje, del cual somos pequeñas piezas, formamos un sistema. También creamos nuestros pequeños sistemas, los cuales se conectan en circuitos dinámicos con otros ciclos. Interfaces, hibridaciones, mutaciones y proliferación de nuevos ciclos... Hace más de doce años que dejó su universo Amazónico; empezó a recorrer el mundo, a ser un viajero, un extranjero abordando diferentes lugares y culturas. Como una superficie permeable, su labor artística y su manera de pensar sobre el arte se va desarrollando, describe la cotidianidad humana, puente entre su propio mundo y el mundo exterior, lector de realidades, traductor de visualidades. Recibir influencias, estar abierto a lo que está en el entorno, consumir, degustar y luego exponer, compartir, sacar y alimentar nuevas interlocuciones con el lado de adentro. Mientras vivía en la Amazonía, sus obras estaban inmersas en este universo, en el que la comunicación se da a través del río y de la arquitectura, en su mayoría hecha de lo precario, de lo perecedero. Al salir de esta realidad tan fascinante, se deja invadir por la cultura, la tradición y los distintos conceptos de otro contexto histórico. Vive el conflicto de estos dos mundos. Uno que existe dentro de sí mismo y que es parte de su origen, y otro que soy él, aquí y ahora. Trabajando con estas dos fuerzas |
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culturales de identidades diversas tan distintas entre sí y generosas en sí mismas, Francisco, establece lecturas y relecturas de un mundo latino. El viaje estético, otras poéticas, el miedo como objeto motor, el barco, la forma que insiste en estar presente en sus trabajos; siempre la realidad transitoria que muchas veces trató de rechazar. Para el concepto de esta exposición, el artista brasilero, que actualmente reside en Bogotá, hace una pequeña retrospectiva de dibujos realizados durante doce años. Por medio de algunos dibujos de este período, él establece varios ciclos, comenzando por las formas que nacen de la tinta y del lápiz, conflicto generado por la gesticulación del brazo, gestualidad explícita que crea formas naturales y de barcos, siempre los barcos, en líneas nerviosas, hasta llegar a las formas de color rojo, que describen los objetos cotidianos. Añade a los dibujos una instalación en color amarillo, hecha con muebles y lámparas, del ciclo "variaciones monocromáticas" – Variación en Amarillo: el viajero es adoptado por otra patria - que se abre como un abanico. Los muebles están sostenidos por las lámparas en una alusión a la confrontación de fuerzas entre lo frágil y lo pesado. La sala en donde se encuentra esta instalación estará cerrada con una reja que hace alusión al voyeurismo del espectador. |