EL YO: LA EXPOSICIÓN SELF DE LEONARDO RAMOS

Por: Luis Alberto Mejía Clavijo
Director de Arte Soul
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Leonardo Ramos Self (Detalle de la exposición) 8 de Agosto al 7 de Septiembre de 2013. LA Galería – Arte Contemporáneo. Bogotá (Curador: Ricardo Arcos-Palma)

La materia es infinita e inmortal mientras permanezca en forma de punto. Como punto, contiene al mismo tiempo todas las formas, representa una cosa y por tanto puede ser cualquier cosa. Pero cuando la materia se transforma en una línea, ahí se convierte en vector y por tal motivo está condenada a la muerte. Para poder continuar indefinidamente tendría que tener una energía infinita; y sabemos por Ein-stein (Una Piedra -en el Camino-), que las cosas van perdiendo su espesor entre más se acerquen a la velocidad de la luz, entre más fuerza tengan.


La mortalidad de los vectores en los que vivimos se agudiza cuando nos convertimos de célula a pólipo, pez, reptil, mamífero; es decir cuando nuestras estructuras se van volviendo de un punto a una línea, de una línea a una línea que contiene más líneas (como los cuernos de un venado, como un árbol, como un rayo). El yo es un punto que todos llevamos al interior de una célula, en la parte más baja del intestino delgado, es el punto que nos une con todos los seres vivos en la tierra. Ese es nuestro verdadero rostro.

Lo que nosotros hacemos es proyectarnos en las formas, como quién se mira en un espejo, no para ver una cara, sino para ver la fuerza de las líneas temporales, para ver los bailes de formas antes de la muerte: Yo soy eso que veo.

Ha sido bueno contar una historia espiritual de toda la materia, representada en puntos y líneas como Kandinsky; pero también tendríamos que contar la historia en formas más semejantes a nosotros, la parte más resonante (en nuestros huesos): la Pequeña Historia de la Animalidad- que, como lo reconoce Derridá, no tiene ninguna diferencia sustancial con nosotros, puesto que todos somos grafías físicas en movimiento, huellas, cuerpos-testimonios.

El hombre -en un proceso que no ha terminado (y ojalá que termine frustrado)- vino a reemplazar a los jaguares, los siguió y por eso vio su rostro en la luna; cazó al venado e hizo tambores con su piel; vino a comer la miel de las abejas (hombres pequeños en ceremonia). Así Leonardo porta cuernos-lápices femeninos (rojos) y masculinos (blancos), pinta con ellos; se transporta en cazador-presa. Voluntad de dejar a los otros construir su hogar temporal con nuestros huesos.

El yo es una sustancia compulsiva, un vector que aglutina objetos físicos alrededor. Utiliza como espejo de sí mismo todo objeto con el que entra en contacto, todo lo transforma en onda de diálogo con la propia mortalidad: No es que esté hablando con alguien a mi lado, estoy hablando conmigo mismo; necesitaba de esa persona para darme cuenta de algo que yo estaba haciendo, algo que estaba pensando; no es que sean varios personajes en una película o en un libro, es un solo personaje-espectador que se multiplica en voces que ya tengo dentro, no es que sean varias obras, es la variación de la apariencia que necesito para regresar por algún camino y creerme la ficción de que el yo recorre caminos; Esta es, ciertamente, la única forma de vivir que tenemos mientras regresamos a la forma de punto.

Individuo significa indivisible: todo al mismo tiempo, una cosa que es todas las cosas, yo.

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